En junio de 1947, George Blaisdell, el visionario fundador de Zippo, adquirió un Chrysler Saratoga biplaza coupe por algo más de dos mil dólares y decidió transformarlo en el icónico Zippo Car.
La magia detrás de esta asombrosa metamorfosis fue obra de los expertos de Garner Displays, una destacada empresa con sede en Pittsburg, PA, especializada en proyectos de gran envergadura.
La transformación del Chrysler Saratoga biplaza coupe dejó un «antes» convencional y dio paso a un «después» que no dejó de sorprender: el Chrysler Saratoga biplaza coupe «Zippo».
Durante este proceso, como evidencian las imágenes, se incorporaron dos encendedores en la parte central y la palabra «ZIPPO» se integró de manera artística en la rejilla frontal. Este resultado espectacular no habría sido posible sin el genio creativo de estos diseñadores excepcionales que dejaron su huella única en el proyecto.
Sin embargo, la historia del Zippo Car tomó un giro inesperado con el tiempo. Años después, necesitando reparaciones, el Sr. Blaisdell, sumergido en la dirección de su floreciente negocio, olvidó la existencia de su joya automotriz.
No fue sino hasta la década de 1970 cuando surgió el deseo de recuperar el Zippo Car. Al acudir a la empresa donde lo había dejado para reparaciones, se enfrentó a la desalentadora realidad de que la creación original ya no existía.
Hasta el día de hoy, el paradero del Zippo Car original permanece en el misterio, agregando un toque de intriga a la fascinante historia de esta emblemática creación de George Blaisdell.
¿Cuánto crees que costaría hoy?
